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Identificar al niño superdotado


Solo el diagnóstico clínico realizado por profesionales especializados determina la excepcionalidad intelectual

Tienen un lenguaje muy fluido para sus años, son muy sensibles, aprenden a leer a una edad muy temprana, son enérgicos y activos. Estas y otras muchas características confluyen, en general, en gran parte del alumnado con altas capacidades. Su detección por parte de las familias o del profesorado forma parte del proceso inicial de identificación del niño superdotado, junto con la posterior evaluación psicopedagógica, pero no es suficiente. Tal como afirman los expertos y especialistas en superdotación, para determinar que un alumno se halla en los ámbitos de excepcionalidad intelectual, es imprescindible el diagnóstico clínico de profesionales especializados.

Indicios para detectar las altas capacidades

Con frecuencia, los niños con altas capacidades reúnen una serie de características. Las familias y los docentes, mediante la observación, pueden detectar estas particularidades en los alumnos, como un primer paso antes de la identificación y diagnóstico que realicen los especialistas.

Una buena forma de empezar es responder a los cuestionarios orientativos para la detección de niños con alta capacidad (para 3-4, 5-8 y 9-14 años) de la Sociedad Española para el Estudio de la Superdotación (SEES). Hay que tener siempre en cuenta que estos instrumentos son de tipo cualitativo y no pueden utilizarse como diagnóstico.

Por otra parte, distintos especialistas apuntan algunas de las características comunes que definen a este alumnado. Mª Teresa Gómez y Victoria Mir, en su obra "Altas capacidades en niños y niñas", y Mª Pilar Martín Lobo, del Instituto de Neuropsicología y Educación de la Universidad Complutense de Madrid, destacan los siguientes indicios:

• Tienen un alto nivel de expresión y comprensión verbal.
• Emplean un amplio vocabulario muy rico en terminología.
• Tienen facilidad para relacionar conceptos y seguir instrucciones complejas.
• Aprenden a leer de forma precoz y, en muchos casos, sin ayuda.
• Sorprenden por su capacidad para resolver problemas por caminos diferentes a los habituales.
• Son creativos e imaginativos y les divierten los juegos complicados.
• Son muy observadores y perceptivos y se orientan con mucha facilidad.
• Son muy perfeccionistas y críticos consigo mismos y con los demás.
• Tienen una gran capacidad de concentración y son muy perseverantes cuando realizan algo.
• Son muy sensibles y necesitan apoyo emocional.
• Se caracterizan por su gran sentido del humor.
• Se interesan por temas y cuestiones que hacen referencia al sentido de la vida y la muerte, el bien y el mal, la justicia y la injusticia.
• Prefieren la compañía de personas mayores.
• Son enérgicos y activos y se muestran impacientes con la lentitud.

Cómo se debe diagnosticar

Una correcta identificación y diagnóstico del alumno con altas capacidades es imprescindible para una buena actuación educativa posterior y para que reciban una respuesta escolar adaptada a sus necesidades y adecuada a sus capacidades. Por este motivo, los especialistas en superdotación insisten en la importancia que tiene la participación de profesionales especializados con competencias sanitarias en todo diagnóstico.

El Consejo Superior de Expertos en Altas Capacidades afirma que una simple detección, en ningún caso por parte de los padres, deduce la respuesta educativa que un niño requiere. Del mismo modo, resaltan que tampoco una mera evaluación psicopedagógica permite conocer ni confirmar sus verdaderas necesidades educativas.

Este plantel de especialistas reconoce que "la detección, la identificación y la evaluación psicopedagógica son aproximaciones previas que facilitan el diagnóstico" y promueve la participación activa de la familia y la escuela, aunque recuerda que solo con el diagnóstico clínico realizado por profesionales con la titulación legal indicada se puede determinar la excepcionalidad intelectual y "deducir las medidas educativas necesarias".

La superdotación en España

Según las últimas estadísticas de enseñanzas no universitarias del Ministerio de Educación, en España tan solo 5.838 niños y adolescentes están reconocidos como alumnado con altas capacidades. Sin embargo, según los expertos, esta cifra se aleja bastante de la realidad, ya que los datos apuntan a que cerca del 98% de los alumnos superdotados nunca se diagnostican como tal.

La Ley Orgánica de Educación (LOE 2006) engloba por primera vez a los estudiantes con altas capacidades entre el alumnado con necesidad específica de apoyo educativo e insta a las administraciones a adoptar las medidas necesarias para identificarlo y valorar de forma temprana sus necesidades. A partir de entonces, distintas comunidades autónomas han iniciado sus propios programas de información y formación en altas capacidades para docentes y familias y han puesto en marcha diferentes protocolos para identificar y diagnosticar al alumnado superdotado de forma temprana.

 
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